Ripstein, director de cintas como El castillo de la pureza y Profundo carmesí, tiene fama de ser un "duro" del cine mexicano, un cineasta polémico e incendiario, tanto en sus películas como en sus declaraciones.
Trabajó como su asistente de dirección sin crédito en El ángel exterminador (1962), pero eso no fue todo: para Buñuel hizo de chofer y hasta le cargaba el portafolio. Esa fue su primera escuela de cine. "Verlo trabajar era deslumbrante", recordó el cineasta.
Ripstein debutó en el cine a los 21 años y yendo contra la voluntad de su padre. Lo hizo con Tiempo de morir (1965), una película con guión del colombiano Gabriel García Márquez, que entonces se ganaba la vida en México escribiendo guiones para películas, y del mexicano Carlos Fuentes.
En 1973 sorprendió con un film escrito por José Emilio Pacheco, El castillo de la pureza, sobre el fanatismo religioso, el incesto y la opresión familiar.
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