Sonidero

SONIDERO

No se sabe cómo ni cuándo, pero un buen día apareció alguien con un reproductor de discos conectado a una fuente de poder y grandes bocinas, y con la venia de los vecinos se instaló en la calle y armó la primera fiesta popular de barrio a la que acudió la gente en masa, posibilitándose así una forma muy económica de acceder al dancing y cultivar el ideal de barrio y vecindería.


Con presencia en pueblos, barrios y colonias populares, sonideros del Distrito Federal, que logran atraer desde 500 hasta 100 mil personas en una sola “tardeada” o “tocada” con sus ritmos de cumbia, salsa o merengue.

Este movimiento inició a fines de la década de los 60, como una alternativa de diversión sana de jóvenes, las llamadas “tardeadas” que se desarrollaron en colonias populares, como escape a la represión del movimiento de 1968, además de ser una alternativa de diversión colectiva a precios accesibles para quienes no pueden pagar su asistencia a locales cerrados, cafés, bares o discotecas

Manuel Perea, del sonido Fascinación, recordó que los bailes callejeros o en espacios deportivos son una tradición de los barrios más populares de la ciudad. “Llegamos a estratos sociales que no tienen posibilidades de pagar un espectáculo en los teatros, foros o auditorios. Es gente humilde que busca salirse de sus problemas un rato y quitarse el estrés bailando.”

Caracterizados por desplegar toneladas en equipo de sonido, con amplios bafles y monitores que retumban a lo largo y ancho de las calles, sin olvidar los clásicos saludos entre canción y canción, los sonideros son una alternativa de diversión colectiva, por sus precios accesibles. “El acceso a una tardeada va de 20 hasta 100 pesos, pero esto ya cuando se invita a orquestas o grupos musicales internacionales”.

En México hay más de 50 mil sonidos (algunos nos desvelan a altas horas de la noche y sus ondas de choque ­por los altos decibeles que emiten sus grandes bocinas­ hacen que nos retumbe el corazón). Todos tocan cada semana una o dos veces, o más. Tienen su público cautivo; hay clubes de baile que los prefieren a los salones tradicionales, a los antros de todo tipo. No son los que animan fiestas callejeras, como con prejuicio se les considera.

Por lo contrario, los sonidos en México (nadie puede dar un número exacto de cuántos son) son manejados por profesionales que son reconocidos allende fronteras. Cuando Rigo Tovar estaba en la cresta de la ola del éxito, aseveró que su fama no sería tal sin el trabajo de difusión de los sonideros. Y el sirenito sabía del negocio.

Dentro de esta vertiente musical, el ritmo de la cumbia es uno de los más explotados y ha dado como resultado la afamada cumbia sonidera, que se baila con desplazamientos de hasta 14 o 15 movimientos. Los chavos le echan figura y señalan que la onda es mover a la interfecta, hasta hacerla ver las estrellas.
El sonido número uno de la cumbia sonidera (según quienes frecuentan las pachangas donde La Changa la hace grueso) pero no debemos olviadar a Candela, Polymarch’s, Fascinació y muchos otros.

Video de una tocada Sonidera

http://es.youtube.com/watch?v=DJT4Eky0WXM

Ariel Perez http://es.youtube.com/watch?v=OuDFBSDVGU8&feature=related

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