Tin Tan “encarnó la antisolemnidad, la anticomplacencia. Fue un espíritu libre. El manejo del idioma, su dominio del gag, su sentido faúnico y su disposición a la irreverencia y al placer le dieron fuerza y aceptación masiva”.
“Fue un hombre hiperactivo, de ahí que le gustara tanto la sexualidad, la marihuana, la música, el baile, el reventón. El consumo de la marihuana le atrajo muchas críticas. Eso no lo hizo ni mejor ni peor persona, ni mejor o peor actor”, precisa.
Tin Tan permanece en el imaginario colectivo de las nuevas generaciones. Se lo atribuye a que “no ocultaba nada, fue antisolemne dentro y fuera del set; fue muy transparente, libre y hedonista, en el buen sentido de la palabra”.
El periodista puntualiza que en la actualidad los jóvenes traen camisetas de Tin Tan y no de Cantinflas. “Mario Moreno representaba lo institucional, lo coercitivo, lo burocrático, el discurso moralizante. Tin Tan fue todo lo opuesto. Hay una frase de Carlos Monsiváis que lo caracteriza: ‘Tin Tan es el primer mexicano del siglo XXI’. Sigue siendo un personaje adelantado. Y a lo mejor es el primer mexicano del siglo XXII.”
Los mexicanos de hoy nos identificamos más con él que con otros iconos oficiales de nuestro panteón nacional. Somos más pachucones.
Taboada
Su originalidad también rompe con el esquema homogeneizador promovido por el sistema mexicano.
Taboada
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