El estrés es el conjunto de reacciones fisiológicas y sicológicas que
preparan al organismo para actuar ante un estado de desequilibrio. Se trata de
una respuesta natural y de vital importancia para la supervivencia de los
individuos.
Sin embargo, el ritmo de vida actual potencia que el estrés se manifieste de
manera excesiva. Para Mariana Gutiérrez Mariscal, investigadora del Instituto de
Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México, una de las maneras
de regularlo es conocer cómo se origina y cuáles son sus consecuencias.
Durante una situación estresante se ven involucrados todos los órganos,
principalmente el cerebro, el sistema nervioso y la función muscular, explicó. A
nivel cerebral –detalló la académica– se suceden reacciones bioquímicas.
El cerebro envía señales que activan la secreción de hormonas como la
adrenalina, ocasionando que el ritmo cardiaco se acelere y la presión sanguínea
suba, la sangre se desvía del intestino a los músculos para huir del peligro y
crecen los niveles de insulina para permitir que el cuerpo produzca más
energía.
Estas reacciones son benéficas en condiciones de alarman; sin embargo, cuando
el estrés es excesivo resultan perjudiciales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario