Medios Masivos y Educacion

La televisión y la radio generan infinitos deseos de comprar y consumir, e incitan a satisfacerlos de inmediato (es tu derecho, les dicen): ¿cómo lograr que en la escuela se renuncie al impulso irreflexivo en aras de construir el futuro? La televisión y la radio presentan la extrema violencia como un valor: ¿cómo extrañarnos de la violencia escolar? La televisión y la radio presentan la deshonestidad, la traición y la ambición desmedida como comportamientos normales, incluso ejemplares: ¿cómo lograr que la escuela transmita valores morales y cívicos? La televisión y la radio propagan la competencia (la competitividad) como actitud sagrada: ¿cómo lograr que en el aula se ejerza la indispensable cooperación que exige la buena educación? La televisión y la radio fomentan los fanatismos y difunden las creencias mágicas dándoles crédito: ¿cómo lograr que los niños se interesen por la ciencia? Si alguien cree que exagero, encienda Televisa y Tv Azteca y sus radiodifusoras, y hojee sus publicaciones impresas.

El medio social y cultural en que viven los niños y jóvenes es determinante de lo que se puede lograr en la escuela. No es la escuela quien determina hasta dónde puede llegar la sociedad, es la sociedad quien determina hasta dónde puede llegar la escuela. Es indispensable repetir el refrán africano: Para educar a un joven se necesita la cooperación de toda la aldea. Nuestra aldea, hipócrita, pone a los maestros en el banquillo de los acusados.

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