Costumbres navideñas
Ángeles González Gamio
Mañana se va a conmemorar el nacimiento del Niño Jesús, fecha
trascendente para el mundo cristiano. En nuestro país esta celebración comenzó
en el siglo XVI, como parte del proceso de evangelización. Enterados de que las
fiestas religiosas entre los naturales habían incluido cantos, bailes y rituales
de efecto teatral, los frailes buscaron un medio semejante para despertar el
interés de los indígenas en la nueva religión. Una forma idónea habrían de ser
las posadas, que solamente se celebran en nuestro país y se originaron en las
pequeñas piezas religiosas llamadas autos, que los misioneros componían en
lengua mexicana. Uno de los primeros 12 franciscanos, fray Luis Fuensalida,
escribió en náhuatl unos Coloquios entre la Virgen María y el arcángel
san Gabriel.
El antecedente del novenario son las misas de aguinaldo que se celebraban en el interior de los conventos. Poco a poco fueron tomando forma las posadas como las conocemos y se instauró la costumbre de representarlas del 16 al 24 de diciembre, recordando la petición de posada y abrigo que hicieron José y María en la espera del nacimiento del Niño Jesús. A lo largo de muchos siglos fueron una costumbre generalizada entre la población de todos los sectores sociales; muchas crónicas antañonas hablan de ello.
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