El cementerio de esa localidad se llenó de ofrendas con una amalgama de luces y
colores en memoria de los difuntos. Viandas y bebidas, y en algunos casos
música, nutrieron los rituales sobre las tumbas. En la región lacustre de
Pátzcuaro, Michoacán, y en Mixquic, en el Distrito Federal, empezó la llegada de
cientos de turistas
Foto Reuters
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