María Flores, comerciante de productos de temporada durante 45 años, en el mercado Benito Juárez, de Pachuca, señala que el desinterés de clientes por comprarlas está acabando con su consumo.
Esto aunado al desplazamiento de los altares en hogares mexicanos para dar lugar a la extranjera festividad de Halloween.
Sin embargo, a 10 días del próximo 2 de noviembre, empiezan a engalanar puestos colocados en los distintos espacios comerciales.
Flores acude al famoso mercado de dulce de La Merced, en el Distrito Federal. Hace unos días, invirtió alrededor de 3 mil pesos, sólo en las calaveritas de dulce.
Su lista incluyó varias cajas de 24 calaveras grandes de azúcar; otras más de la mediana, con 55 cráneos; también de las pequeñas, con un contenido de 500 piezas.
Pese al incremento de precio de la principal materia prima, las calaveritas de azúcar, chocolate y gomita conservan su precio.
Proporcional al tamaño es el costo. Va desde los 2 hasta 50 pesos. Las adquieren, en su mayoría, alumnos de educación básica para la colocación de los altares escolares, seguido de las amas de casa de comunidades cercanas a la capital hidalguense.
Así, el consumidor opta por las de chocolate, azúcar, amaranto y gomita, las que son compradas por antojo.
Mientras que empleados de oficinas prefieren las elaboradas con chocolate. Quienes desean "guardar la línea", escogen las de amaranto.
También, los años de comerciante le han permitido hacerse de clientes provenientes de Ixmiquilpan, Huejutla y Actopan.
En menor medida, explica, vende esqueletos en sus cajas mortuorias, guisados simulando un arroz, frijoles y mole rojo, y otros que en molde son preparados con clara de huevo y miel.
Los costos de estos productos varían entre 10, 15 y hasta 90 pesos.
En tanto, Flores, acompañada de cientos de amplias y dulces sonrisas blancas y oscuras, invita a los transeúntes a degustarlas, en espera de la llegada de Día de Muertos.
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