El posh es la bebida espiritosa preferida en las celebraciones religiosas, las tradicionales y por los h’iloles (curanderos) en sus rituales de sanación.
El aguardiente indígena es elpuente entre el mundo material y espiritual del pueblo tzotzil.
El posh de esta zona se prepara en alambiques y fogones caseros de pequeñas destilerías artesanales y familiares.
Posh de canela y de jamaica
La familia Hernández elabora el posh de sabores canela y hoja de jamaica en su destilería doméstica. Las hermanas Paola Petrona y María Josefa son las guardadoras de esta tradición, arraigada en los usos y costumbres de esta región chiapaneca.
Cada sorbo de posh tiene y cumple un propósito. Es promesa cierta de alegría en las fiestas de la tradición, de las costumbres, y es el elíxir para curar las enfermedades del cuerpo y del alma, señalan.
Contra los malos espíritus
“Los h’iloles lo usan siempre, si te duele el estómago tomas dos copitas y se te pasa. Con el también se ahuyenta a los malos espíritus”, afirma Paola Petrona.
La bebida es servida en jícaras de calabaza durante las fiestas de la mayordomía tzotzil, en las celebraciones del carnaval y el Día de Muertos.
María Josefa asegura que el posh de sabores de su destilería familiar enriquece el aguardiente tradicional y lo convierte en el favorito de propios y extraños.
“Nuestro posh es un poquito más suave y resulta más agradable para el paladar de los visitantes y los turistas, que se lo llevan a otras partes del país y al extranjero”, puntualiza la experta en el brebaje espiritual tzotzil.
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