Por Juan Manuel Menes Llaguno, Cronista del Estado de Hidalgo
Segunda y última parte
Pachuca, Hidalgo.- A mediados del siglo 19, cuando la ciudad de Pachuca experimentó el más importante crecimiento de su historia, surgieron dos importantes centros de abasto, el primero ubicado en la llamada calle de la Parroquia, hoy Julián Villagrán, conocido como el "Mercado de la Fruta" y el otro en la calle "Camino a la ciudad de México", actualmente Vicente Guerrero, denominado "Plaza de los Barreteros".
Todo indica que el "Mercado de la Fruta", que se extendía según el mapa de la Memoria de la Comisión Científica de Pachuca, de la rivera poniente del río Pachuca, hasta las casas de "las Lecherías", explanada que comprende el actual Mercado "Miguel Hidalgo" y el espacio de la llamada "Cuchilla". Una fotografía de principios del siglo 20 muestra en ese sitio un abigarrado conjunto de puestos semifijos, donde se daban cita vendedores de manzanas de Omitlán, nueces de Atotonilco, plátanos de Metztitlán, jícamas de "Santa Julia" y otras especies más que se confundían con los puestos de hongos y verduras, sin faltar, desde luego, la venta de pulque blanco y curado.
Por lo que se refiere al de "Barreteros", su especialidad era la venta de comida casera, caldos, guisados, tamales, tacos, sopes, pambazos y, desde luego, los tés de hojas y otros sabores que se expendían con un piquetito de aguardiente, traído de la sierra o bien con alcohol de caña, que también servía para aderezar el cafecito de olla, los atoles y algunos jugos frutales, todo ello sin faltar los vendedores de ropa, zapatos, así como los que expendían quesos, cecina, longaniza, chorizo y otros embutidos.
El "Mercado de la Fruta" comenzó su extinción en la segunda década del siglo 20, debido a que el mercado Libertad de la Plaza Constitución, convertido en 1926 en Mercado Primero de Mayo, atrajo pronto tanto mercaderes como a marchantes y fue sustituido a finales de los años 20, por el Mercado Benito Juárez, hoy Miguel Hidalgo, modernidad que dio al traste con "La Cuchilla", que se convirtió en la flamante Plaza Felipe Carrillo Puerto, en la que se colocó un busto del que fuera gobernador de Yucatán y pionero del socialismo postrevolucionario, el sitio fue un agradable jardincito, que poco a poco fue invadido por puestos semifijos establecido en ese sitio, hasta la terrible inundación del 24 de junio de 1949; este torrente arrastro, junto a las recauderías que allí se expendían, a una decena de cadáveres de comerciantes allí establecidos, allí culminó también la vida del busto de Carrillo Puerto, que arrastrado por la corriente, se hizo añicos. En su lugar fue levantada una especie de pirámide de unos dos y medio metros de altura, que mandó construir el periódico Excélsior, en reconocimiento a la admirable conducta del pueblo pachuqueño en la terrible tragedia del 49, el que desapareció cuando en 1985 se realizaron las obras del nuevo Mercado Benito Juárez.
Por lo que se refiere a la plaza de los "Barreteros", en diciembre de 1926, tras un voraz incendio, que destruyó todos los puestos allí emplazados, da paso a la construcción de un amplio y moderno mercado, alarde de la ingeniería de su tiempo, pues la extraordinaria techumbre de acero y lámina, salva un enorme espacio sin columnas intermedias. Este mercado fue finalmente inaugurado el 16 de septiembre de 1927.
Hacia finales de los años treinta, inicia operaciones el mercado de "La Surtidora" y poco después el de Colonia Morelos, en tanto que el "Primero de Mayo", después de sufrir un terrible incendio en junio de 1939, totalmente remodelado reinicia operaciones a principios de 1940 y se convierte en una verdadera Central de Abastos de la región.
Cinco mercados existieron en la ciudad, a lo largo de los treinta años siguientes, hasta que a principio de los años setenta se aúna el de la Avenida Revolución, que vino dar servicio a una importante zona de la crecida mancha urbana. A pesar del surgimiento de las tiendas de autoservicio, se ha hecho necesario habilitar espacios para mercados públicos, como en el caso del Mercado Guzmán Mayer, que es en cierto modo una ampliación al de Barreteros y se encuentran también los de las colonias Aquiles Serdán, Pachoacan o Juan C. Doria y otros, que representan nuestra ancestral raíz comercial, como en el caso de "la Barata", mercado semanal del que existen noticias desde finales del siglo 17, trasladado en 1971 de la Plaza Constitución a la avenida Guzmán Mayer y después a la mal llamada Central de Abasto, en el bulevar Rojo Gómez, donde lleva ya tres décadas.
Tales son a grandes rasgos la historia de estos espacios públicos en Pachuca, que como en otras partes del país son ya consustanciales a la geografía urbana.
manuelmenesllaguno@gmail.com
Pachuca Tlahuelilpan, julio de 2013.
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