Marco Buenrostro y Cristina Barros
El cacao fue moneda corriente en el México antiguo y en Nueva
España. De los mayas escribe Pedro Sánchez de Aguilar que tenían huertas donde
Como puede leerse en la Relación de las Minas de Zumpango, los indios
llevaban a la costa del sur, cultivan cacao que es el oro desta tierra, que sirve para moneda para la plaza y mercado de esta Ciudad, y corre entre los indios y lo llevan ya a la Habana, y a España para el chocolate.
gallinas, maíz y esteras de la tierra, maíz molido y algún ají para vender. También llevan miel blanca, que se da en esta tierra en cantidad, y, en trueque desto, traen cacao, que es una fruta que se cría en árboles, dentro de unas mazorcas grandes, el cual usan por moneda, [y] úsanlo como bebida y comida.
En esta y otras citas del libro La moneda indígena y sus usos en la Nueva España del siglo XVI, de José Luis de Rojas, pueden extraerse datos que remiten a la alimentación de aquella época. Los indios cultivaban cacao, pagaban sus tributos con esta moneda; “los que no tienen huertas, toman cantidad de camarones y pescado destos ríos, bagres y truchas que hay en cantidad, y los van a vender por los pueblos en donde hay cacao… otros venden pescado y miel, y chile y frijoles y rajas de pinos para alumbrarse en la noche, y otras legumbres y frutas; y con ello, buscan cacao para sus tributos y granjerías”.
De la Colección Antigua del Museo Nacional de Antropología, cita De Rojas una
lista de precios establecidos para la provincia de Tlaxcala. Ahí se diferencia
entre cacaos llenos y cacaos desinflados, así que una pava (guajolota) costaba
100 cacaos llenos o 230 desinflados, un pavo (guajolote) 200 cacaos, una gallina
crecida, 40 cacaos, un gallo de castilla, 20 y un pollos de castilla, 15; los
huevos de pavo costarían tres cacaos y los de gallina, dos.
Se distingue entre un aguacate recién cortado, cuyo precio era de tres cacaos, del que ya estaba pasado que costaba dos, y también entre un chile verde local fresco, que se daba a dos por un cacao, o un chile ya pasado cuyo precio era cuatro por un cacao. Se mencionan el chile verde largo y estrecho, y el verde picante; tres chiles anchos secos valían un cacao. Por un jitomate el ama de casa pagaría un cacao, pero le darían 20 miltomates por el mismo precio.
De entre las frutas, la tuna recién cortada valía un cacao y la pasada, dos; un zapote grande o dos pequeños equivalían a un cacao; las guayabas eran de a dos por un cacao. Es interesante saber que los ajolotes grandes se vendían a cuatro cacaos y los pequeños a dos o tres cacaos. Los tamales eran baratos: un cacao; los pescados envueltos en hojas de maíz (mextlapiques) costaban tres.
Se distingue entre un aguacate recién cortado, cuyo precio era de tres cacaos, del que ya estaba pasado que costaba dos, y también entre un chile verde local fresco, que se daba a dos por un cacao, o un chile ya pasado cuyo precio era cuatro por un cacao. Se mencionan el chile verde largo y estrecho, y el verde picante; tres chiles anchos secos valían un cacao. Por un jitomate el ama de casa pagaría un cacao, pero le darían 20 miltomates por el mismo precio.
De entre las frutas, la tuna recién cortada valía un cacao y la pasada, dos; un zapote grande o dos pequeños equivalían a un cacao; las guayabas eran de a dos por un cacao. Es interesante saber que los ajolotes grandes se vendían a cuatro cacaos y los pequeños a dos o tres cacaos. Los tamales eran baratos: un cacao; los pescados envueltos en hojas de maíz (mextlapiques) costaban tres.
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