No tenemos los gobiernos que merecemos, como dice el lugar común, sino algo más grave: tenemos los gobiernos que podemos como sistema político-económico, como ciudadanos enajenados y como pueblo con historia, pero sin memoria.


Nuestra sociedad, semianalfabeta y conservadora, de formación eclesiástico-priísta, siempre ha preferido malo por conocido que bueno por conocer, sin contar la manipulación mediática de que es objeto desde hace medio siglo gracias a la complicidad de sucesivos gobiernos.

No hay comentarios: