¿Se ha dado usted cuenta?, somos la sombra de una
sombra. Ellos, los confabulados de la casa de la viuda, si
es que tal confabulación existe, son una sombra, sin
perfiles, sin propósitos claros, por lo menos por lo que
nosotros sabemos, y nosotros, siguiéndolos a ratos, erráticamente,
como unos niños descarriados que juegan y
sufren accidentes, somos la sombra de esa sombra. ¿Se
da cuenta?
sombra. Ellos, los confabulados de la casa de la viuda, si
es que tal confabulación existe, son una sombra, sin
perfiles, sin propósitos claros, por lo menos por lo que
nosotros sabemos, y nosotros, siguiéndolos a ratos, erráticamente,
como unos niños descarriados que juegan y
sufren accidentes, somos la sombra de esa sombra. ¿Se
da cuenta?
(Parrafo del Libro)
Ya nadie hipnotiza a nadie en una novela policiaca.
Afortunadamente, el dominó sigue siendo el gran deporte
nacional, y milagrosamente aún no ha caído en las
garras de Televisa.
PACO IGNACIO TAIBO II
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