Hablar de Lampart es recordar un hecho histórico muy interesante y que casi está olvidado; incluso sirvió como inspiración para lograr un personaje mucho más célebre y famoso que Lampart, el llamado "Zorro", que en revistas y películas se puede apreciar un encapuchado que lucha por los desposeídos contra las fuerzas tiránicas y perversas en el México de la colonia, ese inmenso territorio llamado la Nueva España que duró vigente 300 años, dominándolo todo, vida y obras de los novohispanos.
Pero, qué tiene que ver Lampart en todo esto, la respuesta es fácil: él fue uno de los grandes personajes que el mundo da para el beneficio de sus inquilinos, un libertador nato que sólo buscaba el beneficio de todos y no sólo de unos cuantos; era un libertador, aunque tal vez sus métodos estaban un tanto mal, ya que quería convertirse en rey.
Para lograr una reconciliación con nuestro pasado y comprenderlo mejor tenemos que estudiarlo a fondo y así poder juzgar de una manera más adecuada y con bases para comprender el hoy.
Su verdadero nombre fue William Lampart, originario de Wexford, Irlanda. Nacido en una familia acomodada, siendo adolescente fue deportado de Inglaterra por sus simpatías católicas y por haber escrito algo en contra del monarca británico. Se volvió pirata victimizando naves inglesas. Después de esto se unió a la Brigada Irlandesa apoyando a España en su guerra contra Francia. A los 25 años se radica en España, latinizando su nombre a Guillen Lombardo. Un escándalo amoroso que lo involucraba con la esposa de un marqués, lo obligó a huir a México bajo la excusa de venir como espía del gobierno español para vigilar a un ex virrey que -según fuentes confiables- planeaba una rebelión de independencia en la Nueva España.
Para esa época, Lombardo era un hombre culto y educado en la ciencia; dominaba, entre otros idiomas, el griego y el latín; al llegar al virreinato, Lombardo fue conmovido por la condición de los indígenas y los esclavos africanos. Pero en vez de ayudar al gobierno monárquico, tomó el mando de la rebelión, y por medio de falsificación de papeles proclamó la independencia de México (la que fue en realidad la primera proclamación hecha en América, de ahí que a Lombardo, se le conozca como el primer precursor de la independencia de México). Tenía pensado hacerlo a la llegada del virrey, conde de Salvatierra, que en 1642 estaba a punto de remplazar en el cargo al obispo Palafox. Por desgracia, no lo logró, fue descubierto y poco después encarcelado y acusado de conspirar en contra del gobierno. Luego de 10 años de prisión, Lombardo escapó. Convivió con grupos indígenas, que debido a su apellido original se confundían al decirlo con su latinización y por eso le empezaron a llamar "Guillen de Lampart", derivado de Lamport y Lombardo.
Lombardo vivió casi una década como fugitivo y durante este periodo los cuentos de "el Zorro" nacen entre las clases populares. Fue fundador de una organización llamada "Los hermanos de la Hoja", también conocida como "Los Charros Contrabandistas de la Rama", este nombre se debía a que traficaban en especial hojas de tabaco de la región de Veracruz (por eso lo de la "hoja") y vinos de las californias (por eso lo de la "rama") sobre todo de la Baja California, donde se producían en grandes cantidades; también se dedicarían a traficar especias como olivo, mirra y otras. En todo el México colonial, aunque más que en otra parte, "el Zorro" operó en las regiones que ahora se conocen como Tlaxcala, Puebla y Veracruz, y sus cómplices en otras partes del virreinato, sus integrantes desarrollaron un código secreto y empezaron a vestirse de negro y a usar antifaces para ocultar su identidad, una de las "identificaciones" que tenían era que marcaban a los soldados y aristócratas españoles que atacaban, ya sea vivos o muertos, con la letra "Z", la cual era representando la palabra hebrea "Ziza" (resplandor) y no por "Zorro" como ha hecho creer la historia ficticia del personaje), porque decían que si la impura inquisición se vestía de blanco, ellos se vestirían de negro como símbolo de su rebeldía contra los "gachupines". Poseían un código caballeresco que los obligaba a proteger huérfanos, viudas, doncellas desamparadas y a los pobres. Cada uno de los integrantes empleaba un nombre secreto. Guillen, primer gran comandante de la orden, tomó el nombre secreto de "el Zorro", mote que se ganó no sólo por su inteligencia; cuenta una leyenda que unos colegas mexicanos decían que el color de su cabello era parecido al de la piel de un zorro (porque Lombardo era pelirrojo). También se sabe que "Los Hermanos de la Hoja" eran una secta masónica en la que se realizaban rituales indígenas y célticos, estos últimos traídos por el mismo "Zorro" desde Inglaterra, donde los aprendió
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