Una de las múltiples maravillas de nuestro país es la riqueza de sus tradiciones. Muchas de ellas se expresan en fiestas y festines, como la Fiesta de la Candelaria o de las Candelas, que se lleva a cabo justamente mañana. El nombre se deriva de las candelas o velas con que se acompaña la imagen del Niño Dios, que se lleva a bendecir ese día, cuando se recuerda la presentación del Niño Jesús en el templo. El resplandor de la vela representa la luz de Cristo en los hogares.
En México la festividad se enriquece con el compadrazgo: el que saca el muñeco en la Rosca de Reyes que se parte el 6 de enero anterior se convierte automáticamente en el compadre del anfitrión y tiene el deber el siguiente 2 de febrero, Día de la Candelaria, de vestir de gala un Niño Jesús, presentarlo en casa de los compadres y ofrecer una rica tamalada. La mayoría de los creyentes tienen su niño de pasta o madera, a veces tamaño natural, que se esmeran en vestir lujosamente para la ocasión.
http://www.jornada.unam.mx/2009/02/01/index.php?section=opinion&article=032a1cap
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