Leyenda Hidalguense

ALICATES
La leyenda negra de las serpientes

Desde los tiempos bíblicos las serpientes han cobrado las cualidades de un animal mítico y simbólico. Eso ha dado pie para que hayan sido utilizadas, en todas las culturas y épocas, como temas de historias de todo tipo, lo mismo leyendas y cuentos, que consejas y mitos.

Generalmente este reptil se utiliza para representar lo malo o negativo, lo perverso.

En lo anterior, al igual que sucede con otros seres del mundo animal, el hombre desahoga complejos y traumas que lleva dentro de si y pretende reflejar en los animales, tomemos el caso del asno, el cerdo y el perro. Al primero se le atribuye falta de inteligencia; al segundo lo sucio y al tercero, la fidelidad.

Casos como los anteriores se pueden multiplicar y aparte de los arquetipos mentales, también existen las imágenes literarias y aquí podríamos citar lo que califica al león como “el rey de la selva”, que es una de las metáforas mas utilizadas por los escritores. Pero estamos hablando de las serpientes y si buscamos una explicación a cerca de las cualidades de los reptiles, la encontramos en al aspecto de esos animales, en el veneno y agresividad que esgrimen pero, sobretodo a su condición de avanzar adheridos al suelo.

En las distintas regiones, una de las leyendas más extendidas es la de la víbora que ocupa el lugar del recién nacido para alimentarse del pecho de la madre. En la región de Hidalgo o al menos en Tepejí, esta leyenda se atribuye a las alicantes, reptil común en Hidalgo. Se dice que este animal se desliza al lugar donde están madre he hijo, hipnotiza a la madre, se alimenta de su pecho y entretiene al niño poniéndole la cola en su boca.

Por eso los alicantes no son bien vistos, aunque hay gente que si las aprecia y las cataloga como fauna benéfica, pues dice que termina con roedores.

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